Cuando la caries avanza hasta llegar a la pulpa dental, causando daños en la estructura interna del diente, se pueden experimentar dolores muy intensos. En este punto se tendrá que realizar un tratamiento de conductos o endodoncia para extraer el nervio irritado por el avance de la caries. Hasta aquí, probablemente esté claro, pero voy a profundizar en el tema y explicaré todo lo que necesitas saber respecto al tratamiento de conductos o endodoncia.
Síntomas de que necesitas una endodoncia
Un síntoma temprano del deterioro de la caries puede ser la hipersensibilidad a ciertos alimentos y cambios de temperatura, pero ésta a veces no se manifiesta. En estos casos se pasa de un estado de no sentir ninguna molestia, a un dolor sumamente intenso donde el daño ya se ha profundizado en la estructura interna del diente. En última instancia, si no tratamos dicho diente, este proceso puede provocar una infección, la cual no puede ser tratada solamente con antibióticos porque el aporte sanguíneo al diente ha sido comprometido, con lo cual no llega a hacer efecto el medicamento.
Precisamente esa falta de aporte sanguíneo puede ocasionar que el diente cambie de color, tornándose más oscuro que los demás, lo cual es otro síntoma claro de que algo no va bien con el diente. En ocasiones, esto puede pasar tras años de haber sufrido un traumatismo, donde también la endodoncia será la opción ideal para tratar el diente, ya que por el golpe, el nervio se ha visto afectado.
¿Me va a doler?
Gracias a la administración de anestesia local, no se experimenta ningún tipo de dolor, y en caso de que el daño a la pulpa haya sido muy grande y ésta se haya necrosado, no será necesaria la utilización de anestesia. Cabe destacar que siempre ha existido cierto halo de mito respecto a lo doloroso que puede resultar una endodoncia o tratamiento de conducto, pero nada más lejano de la realidad, y menos aún con los conocimientos que se tienen hoy en día al respecto.
¿Cuáles son los pasos a seguir en una endodoncia?
Resulta clave que la endodoncia la lleve a cabo un especialista en endodoncia, es decir, un endodoncista, para que el tratamiento tenga mayor probabilidad de éxito. Teniendo esto claro, los pasos a seguir son los siguientes:
- Lo primero es administrar anestesia local en la zona afectada, para que el procedimiento sea lo menos traumático posible.
- Luego se aísla el diente afectado usando el dique de goma, con la finalidad de trabajar sobre un campo estéril, ya que en la saliva hay muchas bacterias.
- Con todo preparado, se procede a intervenir sobre el diente, creando el acceso para llegar a la cámara pulpar.
- Luego se procede a la instrumentación, desinfección y sellado de los conductos radiculares, para así poder reparar la corona de dicho diente con un material especial para que le devuelva toda su funcionalidad.
- Dependiendo del tejido remanente coronal o incluso del tipo de diente, se usan diferentes métodos para reparar dicha corona, como son: reconstrucciones de composite (resina), corona (cerámica de zirconio o disilicato de litio) o incrustación (cerámica de zirconio o disilicato de litio).
- Por último y no menos importante, hay que hacer un seguimiento y control sobre la evolución del tratamiento para constatar que la recuperación de la pieza dental es total.
Lo importante siempre es restaurar la pieza dental en todos los aspectos, tanto funcional como estéticamente, para que el paciente pueda volver a disfrutar de la calidad de vida que perdió.