El lupus eritematoso es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmune del cuerpo ataca a otras células, ocasionando desde lesiones cutáneas, hasta lesiones en órganos. Lamentablemente, no se conoce la causa que la origina, pero sí se sabe de algunos factores que propician su aparición. Esta enfermedad sistémica puede tener serias repercusiones en la salud bucal de quien la padece, ocasionando desde lesiones ulcerosas y fisuras en la mucosa bucal, hasta cáncer bucal.
Cabe destacar que las mujeres entre los 30 y 50 años son las más propensas a padecer de esta enfermedad, hasta tal punto que se estima que, por cada hombre que la padece, son cuatro las mujeres afectadas. Esto se debe a que la carga hormonal de la mujer, al ser predominantemente estrogénica, favorece la aparición de esta enfermedad.
Dos tipos de lupus eritematoso
El lupus eritematoso se puede presentar de dos formas: una cutánea y otra sistémica. Cuando se presenta de forma cutánea, suele ser menos agresivo y sólo se manifiesta en la piel y mucosas, siendo las mucosas bucales unas de las más comunes en verse afectadas. Ahora bien, cuando se presenta de forma sistémica, suele ser más agresivo y puede atacar órganos e incluso estructuras óseas.
Precisamente la variante sistémica del lupus eritematoso tiene aún más incidencia en la mucosa bucal, tanto es así que el 50% de los casos corresponde a afecciones bucales. Éstas pueden aparecer en los carrillos como úlceras, y en los labios como fisuras que pueden sangrar o placas descamativas. También pueden aparecer en el paladar como lesiones erosivas de diferentes dimensiones, yendo desde pequeñas, hasta significativamente grandes.
¿Se pueden colocar implantes dentales cuando el paciente padece de lupus eritematoso?
Según algunos autores, el lupus eritematoso no supone una contraindicación total como otras enfermedades sistémicas. Mediante una adecuada profilaxis antibiótica previa a la colocación de los implantes dentales, no debería suscitarse ninguna complicación, ya que una vez cicatrizado la probabilidad de fracaso no es mayor que en condiciones normales.
Aún así, en estos casos es importante la valoración por el especialista y trabajar en forma conjunta, no sólo por posibles rechazos al implante, sino por posibles efectos secundarios de los medicamentos asociados a la colocación de implantes dentales que se metabolizan vía renal, la cual puede estar comprometida por el propio lupus.
¿Lupus eritematoso o liquen plano?
Estas enfermedades, ambas sistémicas, comparten ciertas similitudes que pueden dificultar el diagnóstico acertado, pero existen diferentes parámetros distintivos que con suficiente pericia, podrán ser identificados y diagnosticados con éxito por parte de tu odontólogo de confianza.
Una herramienta de la que se vale el odontólogo para un diagnóstico más certero es el Pas Azul de Alican, la cual tiñe mucosa oral revelando las áreas afectadas. Otra técnica relevante es la inmunofluoresencia directa, mediante la cual se revelan las inmunoglobinas, responsables del deterioro a los tejidos.
¿Se puede prevenir?
Lamentablemente no, ya que no se sabe qué lo causa, pero sí se puede diagnosticar a tiempo gracias a las visitas periódicas a tu dentista de confianza, quien podrá establecer el plan de acción adecuado para su tratamiento. Aunque es cierto que no se sabe qué lo origina, sí se ha establecido qué factores genéticos, y de radiación solar, pueden propiciar su aparición, además de los factores hormonales como mencionábamos anteriormente.
Para combatir esta enfermedad, es importante conocer el histórico del paciente en profundidad, y que éste se comprometa a revisiones periódicas y a seguir el tratamiento al pie de la letra. Además, la combinación entre dentista y endocrinólogo, podrá guiar por el mejor camino al paciente, retornando su calidad de vida.